Así con el platillo en el centro todos toman de él como simbolizando el trabajo en conjunto de la familia durante la cosecha, como augurio de su prosperidad próxima. Tradicionalmente se acompaña con tasajo asado y no puede faltar el aguacate rebanado. En ocasiones agregan alguna verdura cocida o charales para acompañar.
Algunas familias, las más conservadoras, acostumbran ofrecer un gallo a la madre naturaleza con el fin de pedir una cosecha abundante. El gallo es sacrificado o abandonado vivo en algún lugar sagrado de la comunidad.
Misterios aguardan los rituales ancestrales de los Mixes, una cultura respetuosa y cuidadora de la madre naturaleza.